Hoy el diy será algo distinto a otros días, No tiene que ver con el mundo creativo. Hoy se trata de hacer un aceite corporal de lavanda ecológico, para mimar nuestro cuerpo y como no, nuestra mente.
Cada vez están mas en auge los cosméticos naturales, libres de sustancias químicas, como son los parabenos (conservantes).
En este caso os indicaré la forma en la que elaboro el aceite de lavanda. Hay varias fórmulas de elaborarlo pero para mí, la más práctica, es ésta , ya que no siempre tengo lavanda natural a mano.
En este caso os indicaré la forma en la que elaboro el aceite de lavanda. Hay varias fórmulas de elaborarlo pero para mí, la más práctica, es ésta , ya que no siempre tengo lavanda natural a mano.
Lo utilizo como aceite corporal, bien para hidratar o para dar masajes, ya que el aceite esencial de lavanda tiene propiedades relajantes, armoniza, calma y ayuda a conciliar el sueño, además de ayudar a aliviar los dolores musculares.
¿Por qué no hacer tu propio aceite de lavanda y disfrutar de sus beneficios? Es más sencillo de lo que te imaginas, solo necesitas conseguir buenas materias primas y el resto se hace solo.
Los ingredientes los compro, en herbolisterías, e intento que sean ecológicos.
Los ingredientes los compro, en herbolisterías, e intento que sean ecológicos.
Para este receta necesitarás:
250 ml de aceite de almendras (ecológico).
50 gotas de aceite esencial de lavanda (ecológico).
Un recipiente de cristal opaco, ayuda a preservar mejor el estado del aceite.
Colocamos en un recipiente opaco el aceite de almendras, y echamos las gotas correspondientes de aceite esencial de lavanda, para saber la proporción que se debe utilizar, siempre utilizo esta fórmula:
"X" ml de aceite de almendras dividido entre 10.
El resultado x 2.
Agitamos la mezcla, y la dejamos reposar aproximadamente 15 días en un lugar apartado de la luz y del calor.
Pasado este tiempo, ya estará lista para utilizar. Y recuerda que la vida de los productos naturales es mas corta que los productos convencionales.
Este tipo de aceite lo llevo elaborando desde hace ya unos años, y me viene muy bien.
Esta cantidad que hago, la suelo consumir en dos meses, y la suelo utilizar más bien de noche, momento en el que voy a acostarme, ya que me ayuda a relajarme, sobre todo a través de su aroma y, al día siguiente, la piel se nota mucho más hidratada.
Aquí os muestro unas inspiradoras imágenes de la propia planta, que espero os animen a que hagáis vuestros propios aceites, repetirás. ¡Yo repetí!
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