Volvimos esta semana pasada de nuestro viaje a Portugal. Que rápido ha pasado.
El tiempo de vacaciones se ha terminado y ya estoy por aquí, y ¡cómo cuesta volver a la rutina, y volver a reajustarse con los nuevos horarios!
Aunque la desconexión no ha sido total, en cuanto al mundo de las redes, sino un cambio de ritmo y tomarlo con mas relajación, ya que en cuanto uno se mete en este mundo, del todo ... del todo, no se desconecta, aunque a veces uno se desplaza a lugares, en los que aunque quieras no tienes opción, ha sido este el caso, ya que el mundo wifi no llega a todas partes (un alivio), y como en el mundo actual convivimos diariamente con ello, siempre hay un momento que uno intenta buscarlo.
¿Y os preguntaréis?, ¿a qué se debe esta foto?, pues os explicó: en estos momentos me encuentro delante de este café, recopilando con paciencia todas las fotos, e informaciones de los lugares que vi, paseé y disfruté, para poder mostraros en distintos post. He decidido dividirlo en varias entradas, ya que hay lugares que pienso que son muy distintos e interesantes para poder incluirlos en un mismo post. El viaje fue por distintos pueblos de Portugal, alrededor de las Playas de Comporta, y Troia, para finalizar en Lisboa, y así gastar la energía que habíamos generado en esos paseos por las largas y solitarias playas.
Es un destino que os recomiendo. Pocos lugares nos quedan ya, en los que se pueda contemplar la naturaleza en su estado puro.
Al mismo tiempo, desearos que los que hayáis vuelto de las vacaciones las hayáis disfrutado tanto como yo; y los que vayáis ahora, en el siguiente turno, podáis desconectar, que falta nos hace a todos.
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