Desde que la vi hace un tiempo en la revista AD, tenía muchas ganas de compartir este post con vosotros. Es la vivienda que el decorador Luis Galliussi tiene en Madrid, uno de mis decoradores de cabecera, del cual soy una gran admiradora.
Hace que todas las casas que el decora desprendan una luz especial, poniendo pinceladas de color a todas las estancias, y dando alegría al vivir del día a día.
Su casa es un magnífico ejemplo de lo que tanto me gusta en la decoración, y es que por encima de las modas, predomine la emoción a la hora de decorarlas, que uno se rodee de los muebles y objetos que a uno le gusten, y le motiven.
Los objetos con los que decora son de muy variadas y distintas procedencias, muchos de ellos vienen de sus viajes.... un ejemplo, son los platos (de plástico) que decoran el pasillo que fueron traídos de París, a un magnífico precio de 0, 30 céntimos, ¿quién dice que decorar es caro?
En resumen, me pierde su derroche de creatividad, y su personalidad en todo lo que hace. Y pongo el punto final de este post, con una de sus frases que me parece muy acertada:
“CUANDO ALGO TIENE CALIDAD EN SU PROPORCIÓN Y CARECE DE PRETENSIÓN NO IMPORTA DE DÓNDE SALE, NI QUE SEA DE PLÁSTICO O MADERA, CARO O BARATO”.
LUIS GALLIUSSI
Vía: Revista AD
No hay comentarios:
Publicar un comentario